El fin de semana pasado el magnate Elon Musk soltó una nueva bomba. Decidió poner fin al logo y nombre de Twitter, llamándolo X. La decisión ha sido muy polémica pero, además, presenta un gran problema. Uno legal.
Marca registrada. Resulta que esa letra ya había sido registrada como marca comercial anteriormente. Quienes la registraron, además, no son unos cualesquiera: tanto Microsoft como Meta ya habían solicitado tal marca en el pasado. Según Josh Gerben, abogado experto en marcas registradas, «hay una posibilidad del 100% de que Twitter acabe siendo demandada por alguien por esto». En realidad Meta y Microsoft no son las únicas: según sus datos, hay cerca de 900 solicitudes que cubren la letra X en un amplio rango de segmentos.